Luego de su aterrizaje en Países Bajos, se descubrió el cadáver de un polizón en el pozo del tren de aterrizaje de un A330-200 de KLM. El vuelo llegó a la capital neerlandesa desde Lagos, ciudad más poblada de Nigeria, donde el sujeto logró burlar la seguridad del aeropuerto hasta introducirse en el compartimiento donde se guardan las ruedas de la aeronave.
A través de su cuenta de Twitter, la Royal Netherlands Marechaussee (policía nacional neerlandesa) informó la lamentable noticia, asegurando que se encuentran en investigaciones para determinar la identidad del hombre y la causa de su muerte. Además, un portavoz del cuerpo policial declaró al medio Daily Star que "el hombre se había escondido en el arco de la rueda del avión", añadiendo que la causa de muerte más probable es la hipotermia, debido de las bajas temperaturas.
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Según indica el portal Simple Flying, el vuelo tuvo una duración de siete horas desde el despegue en Lagos hasta su llegada al Aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol. Durante la mayor parte de este tiempo, el A330-200 (PH-AOD) se encontraba a una altitud crucero de 37.000 pies (FL370), donde las temperaturas descienden de los -57 grados centígrados. Según reflejan datos de la FAA sobre el tiempo de conciencia útil a grandes altitudes, un ser humano puede permanecer tan solo 30 minutos a 20.000 pies sobre el nivel del mar sin perder la conciencia.
Un caso similar se reportó también en Países Bajos el pasado 5 de febrero, cuando un niño keniano sobrevivió aferrado al tren de aterrizaje a una altura de 19.000 pies en el trayecto realizado por un Airbus A330 de Turkish desde Londres hasta su escala en la ciudad neerlandesa de Maastricht. Esto fue posible ya que la aeronave solo mantuvo altitud crucero durante unos 16 minutos, lo cual entra dentro del tiempo útil de conciencia que le permitió al polizón permanecer consciente y no sufrir mayores daños.
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