El Centro Europeo para el Control y prevención de enfermedades (ECDC) y la Agencia de Seguridad de la Aviación Europea (EASA) emitieron nuevos lineamientos y recomendaciones en el manejo de la pandemia del COVID-19, donde se establece que las cuarentenas mandatorias al arribo de vuelos internacionales no son efectivas ni necesarias; afirmación que fue recibida con beneplácito por la comunidad aeronáutica de la región afirmó el sitio web especializado SimpleFlying.
Bajo Riesgo
Las cuarentenas mandatorias, establecidas al inicio de la pandemia, eliminaron prácticamente la posibilidad de viajar, tanto de negocios como de placer, lesionando severamente la industria aeronáutica, turística y comercial de la región generando millones de euros en pérdidas económicas y cientos de miles de puestos de trabajo perdidos; causando un daño prácticamente irreparable.
La ECDC y EASA consideran que los viajeros internacionales son considerados de bajo riesgo para el contagio por COVID-19; esto debido a la aplicación de testeos masivos que permiten descartar contagios antes de abordar el avión así como el riesgo casi nulo de contagiarse a bordo de los aviones.
"Los pasajeros de vuelos internacionales deben ser tratados de la misma manera en que es tratada la población local que no se encuentra infectada con covid-19". Esta posición revela un giro importante en la forma en como se ha gestionado la pandemia ya que "muchos países han exigido las cuarentenas obligatorias inclusive para pasajeros que arriban de países con bajo riesgo de infección" señaló el Director de EASA Patrick Ky.
Un giro por la supervivencia de una industria moribunda
La industria aeronáutica europea, en vocería de Olivier Jankovec, Director del Consejo Internacional de Aeropuertos Europeo (AIC) señaló que la IATA, La Asociación Aerolíneas por Europa, y la Asociación Europea de líneas aéreas regionales han pedido a los estados de la Unión Europea detener la necesidad de cuarentenas obligatorias ya que el virus se encuentra circulando por toda la región y los recursos y esfuerzos deben ser invertidos en puntos focales como el rastreo de contagios y no la aplicación de cuarentenas y pruebas masivas.
Esta posición, revela la necesidad urgente de la industria en generar cambios en la forma como se ha gestionado la pandemia, estableciendo nuevos criterios que permitan la apertura de los espacios aéreos, centros turísticos y el comercio en general de forma segura, cumpliendo las medidas de bioseguridad pero que permitan la supervivencia de una industria que, como nunca, se encuentra en la situación más grave después de la II Guerra Mundial.
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