El Airbus A380 tiene una capacidad mínima de transportar 550 pasajeros.
La inclusión de los aviones de cuatro motores en la industria de la aviación surgió con la idea de volar a distancias más largas, el Boeing 747 se estableció como principal opción por su gran capacidad y alcance, adueñándose de los vuelos transoceánicos. Posteriormente llegó la era de los trirreactores como DC-10 y L-1011.
Con la modernización de la tecnología, las compañías de fabricación de aeronaves lograron hacer que los aviones de dos motores también pudiesen volar las mismas distancias que los cuatrimotores con los mismos niveles de seguridad. Además resultaba más económico por que consumían menos combustible, por ende muchas aerolíneas regresaron a los modelos de dos motores, ahora optimizados.
A partir de los años 90, Airbus retornó a la tecnología cuatrimotor con el A340, y posteriormente con el superjumbo A380, de la mano de Singapore Airlines, lo que generó una expectativa mundial sobre la vuelta a la era dorada de los cuatrirreactores como el 747 clásico y el 707. Ahora los cuatrimotores modernos no solo contaban con más asientos; sino que también en conseguimos numerosos lujos como: bares, salones de belleza, entre otras cosas que incluso llegaban a catalogar a los mismos como "hoteles en los cielos".
Pero, ¿Por qué los famosos "elefantes blancos en los cielos" no volvieron a la palestra como se tenía pensado?
Según indica la BBC, a pesar de ser una novedad en el mercado e incluso ser populares entre los pasajeros, las aerolíneas argumentan que no son rentables. Willie Walsh, jefe de International Airlines Group (IAG), se refirió a este tipo de modelos como aviones buenos pero costosos; especificando que al existir muchos asientos cuando hay poca ocupación no se producen suficientes margenes de ganancias, debido a los altos costos de mantenimiento que requieren cuatro motores en vez de dos.
Otro de los factores que hacen difícil el éxito de estos aviones es su impacto en el medio ambiente. El factor ambiental fue crucial en el descenso de las ventas de las aeronaves cuatrimotores al consumir más combustible, por lo tanto, genera más emisiones.
Actualmente, las pocas aerolíneas con flotas de cuatrirreactores lo usaban para vuelos de largo recorrido y con alto factor de ocupación (RPK), pero, por si fuera poco, con la llegada del coronavirus y la dramática disminución de la demanda aérea, el uso de este tipo de aviones sea totalmente inviable para los operadores. La principal víctima de la pandemia ha sido precisamente el Boeing 747, debido a su antigüedad y altos costos operativos, que sumado a la continuada crisis del sector ha perfilado los últimos pasos de la reina de los cielos.
Entonces, ¿El bimotor le gana la competencia a los cuatrirreactores?
Temporalmente sí, sin embargo la batalla no está del todo perdida, ya que aerolíneas grandes como Emirates o Lufthansa aún confían en estos modelos, siendo precisamente ellos quienes tienen las flotas más grandes de este tipo de aviones.
Igualmente Qantas, la gigante australiana espera reactivar toda su flota del A380 para el 2024, por lo que no todo está perdido. Aparte, para fortuna de los "hoteles en los cielos", la capacidad de llenar los aviones va a incrementar con medidas como el IATA Travel Pass y la jordana de vacunación masiva de la población.
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