Tras la confirmación de la presencia de una nueva variedad del Covid-19 en el Reino Unido, gran cantidad de gobiernos europeos decidieron restringir vuelos desde y hacia territorio británico. A partir de esta decisión, la Unión Europea recomendó derogar este cierre completo, lineamiento que fue acatado por Francia, Bélgica y Países Bajos.
Si bien las declaraciones de las autoridades británicas dando a conocer está nueva cepa del coronavirus resultaron muy alarmantes para los demás países en territorio europeo, ministros de varias naciones admitieron luego que desconocen si ésta ya está presente dentro de sus fronteras. Por esta razón, algunas de ellas decidieron permitir por petición de la UE, los "vuelos esenciales" con el fin de evitar una ruptura en las cadenas de suministro.
Baptiste Djebbari, ministro de Transporte francés, anunció que "los aviones, barcos y Eurostars reanudarán el servicio" entre Reino Unido y Francia, teniendo como requisitos una razón legítima para viajar y una prueba PCR negativa con al menos 72 horas de antelación. Esta misma medida ha sido implementada por los gobiernos de Bélgica y Países Bajos, solicitando también una prueba negativa tres días antes del traslado.
Por su parte, Alemania mantiene restringida toda la actividad aérea con el Reino Unido, misma posición que Dinamarca, a la espera de obtener mayores detalles sobre la nueva variante del Covid-19, disminuyendo así el riesgo de un aumento desproporcionado en los casos dentro de su territorio. Siguiendo un protocolo diferente, el gobierno de Bulgaria decidió permitir los vuelos provenientes de Reino Unido, fijando un periodo de 10 días de cuarentena obligatoria ara los viajantes.
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