Este domingo 23 de mayo un Boeing 737 de Ryanair fue forzado a aterrizar en Bielorrusia por órdenes del gobierno local tras una supuesta amenaza de bomba, lo cual fue calificado por diferentes líderes occidentales como "terrorismo de estado". A bordo del vuelo que se dirigía de Grecia a Lituania se encontraba el periodista opositor Roman Protasevich, quien fue encarcelado luego del aterrizaje y se presume que podría enfrentar pena de muerte.
El vuelo FR4978 de Ryanair despegó de Atenas a las 10:28 am hora local con destino a la ciudad lituana de Vilnius; sin embargo, momentos antes de abandonar el espacio aéreo bielorruso las autoridades locales ordenaron a la aeronave aterrizar en Minsk debido a una amenaza da bomba y enviaron un avión de combate MiG-29 para escoltar al 737 hasta el Aeropuerto Internacional de Minsk. Luego de las inspecciones correspondientes se descubrió que se trataba de una falsa alarma, a la vez que los servicios de seguridad ingresaron al avión para arrestar a Roman Protasevich.
Una de las primeras voces en pronunciarse en contra del desvío arbitrario del vuelo fue la del director ejecutivo de Ryanair, Michael O'Leary. "Este fue un caso de secuestro patrocinado por el Estado... piratería patrocinada por el gobierno de Bielorrusia. No puedo decir mucho al respecto porque las autoridades de la UE y la OTAN se están ocupando de ello en este momento", aseguró el directivo
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Frente a esta complicada situación, la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido (CAA) suspendió el permiso de operación de Belavia, aerolínea nacional de Bielorrusia, además de ordenar a todas las aerolínea británicas que eviten utilizar el espacio aéreo de Bielorrusia como medida de seguridad. A la vez que otros operadores como Wizz, LOT Polish Airlines y Austrian han decidido seguir esta misma línea, el gobierno francés solicitó directamente a la OACI que suspenda todos los vuelos internacionales sobre el espacio aéreo bielorruso, posición que podría ser respaldada por otros gobiernos del continente.
¿Quién es Protasevich y por qué fue arrestado?
Roman Dmítrievich Protasevich es un periodista bielorruso de 26 años quien se ha desempeñado como activista de la oposición al gobierno de Aleksandr Lukashenko. Luego de trabajar para distintos medios en su país de origen, el joven se mudó a Polonia y posteriormente a Lituania debido a la presión de las autoridades que lo acusan de querer desestabilizar la soberanía de Bielorrusia.
Durante el 2020, Protasevich fue editor de Nexta, un canal de Telegram que jugó un papel protagónico durante las elecciones presidenciales de Bielorrusia el año pasado, cuando el gobierno deshabilitó el acceso a internet; y posteriormente en las protestas de los ciudadanos en contra de Lukashenko. La posición política de Nexta en contra del régimen autoritario que gobierna el país desde 1994 causó que fueran acusados de organizar estos movimientos sociales, por lo que la KGB bielorrusa incluyó a Protasevich en la lista de terroristas por "disturbios masivos".
Al ser considerado como terrorista, el joven podría enfrentar la pena de muerte, según declaró la líder opositora Svetlana Tijanóvskaya, quien resultó derrotada en las pasadas elecciones frente a Lukashenko, y denunció públicamente los resultados por fraude.
Reacciones internacionales al desvío del avión
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, solicitó la liberación inmediata del periodista bielorruso y expresó en un comunicado oficial que "este incidente sin precedentes no quedará sin consecuencias", adelantando que será discutido en una cumbre extraordinaria en Bruselas, este 24 y 25 de mayo. Por su parte, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, declaró a través de Twitter que "cualquier violación de las normas internacionales de transporte aéreo debe tener consecuencias", exigiendo también la liberación de Protasevich.
Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense, fue el encargado de alzar la voz desde la Casa Blanca contra las acciones llevadas a cabo por el gobierno de Lukashenko, asegurando que se encuentran en coordinación con representantes de la Unión Europea para las posibles sanciones contra Bielorrusia.
Presidentes de Lutiania, Letonia, Grecia, Polonia y otros países también condenaron el comportamiento de las autoridades bielorrusas al forzar el desvío de un vuelo comercial, poniendo en peligro la seguridad de todos las personas a bordo. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también utilizó su cuenta de Twitter para catalogar el hecho como un "incidente grave y peligroso que requiere una investigación internacional".
A pesar de la gran mayoría de reacciones negativas, el gobierno ruso expresó su apoyo a Lukashenko y pidió a los países occidentales no reaccionar exageradamente sin antes conocer todos los detalles. "Nosotros preferimos el enfoque de no evaluar un incidente al calor del momento, apresuradamente, sino sobre la base de toda la información disponible", dijo este lunes el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, según la BBC.
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