De a poco, y con drama incluido, se perfilan los últimos pasos del A380 en la industria. El gigante de los cielos, cuyo proyecto no fue ni de cerca el éxito esperado por Airbus tras apenas 14 años, es el más afectado por la crisis derivada de la pandemia, perdiendo día a día el "apoyo" de sus operadores excepto Emirates, aerolínea que planea mantener su gran flota del Superjumbo durante algunos años más.
El pasado miércoles 12 de mayo se marcó la fecha en que el A380 registrado como A6-EVP despegó desde la planta de Airbus en el Aeropuerto de Hamburgo Finkenwerder con destino a Dubai, para incorporarse a la flota de Emirates, siendo la penúltima entrega del año para la compañía, esperando recibir otros tres equipos durante el transcurso del 2022, dando por terminado el proyecto del A380.
Desde antes del inicio de la pandemia de Covid-19 ya se había adelantado que se detendría pronto la fabricación de la gran aeronave, evidenciando los problemas que ha supuesto para Airbus el poco alcance del Superjumbo, que a pesar de recibir muchos elogios de los amantes de la aviación, su enorme talla terminó siendo determinante para que los operadores prefirieran otro tipo de aeronaves, más acordes a sus operaciones.
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El elefante blanco está en peligro de extinción. La caída de la demanda ha propiciado que las compañías aéreas opten por adaptar su modelo de negocio a la actualidad, donde hay pocos pasajeros y pocos viajes internacionales, al igual que un bajo factor de ocupación. Alguna compañías como Hi Fly, Malaysia, Qatar, Lufthansa y Etihad han decidido descartar al A380, si bien con diferentes estrategias y posiciones con respecto a la aeronave, la valoración de todas es muy similar: "ya no es comercialmente sostenible", como indicó el CEO de Etihad.
Los años futuros del modelo de Airbus recaen en los hombros de Emirates, su principal valedor, así como en Qantas y British Airways, en una proporción bastante menor. En una entrevista exclusiva a Simple Flying, el presidente de Emirates, Tim Clark declaró ser un gran admirador del A380, adelantando que seguirán operando su flota durante los próximos 15 años. Además, el ejecutivo dejó muy clara la importancia del modelo para la compañía, revelando que antes del Covid el 85% de sus ganancias provenían del A380, gozando de un factor de ocupación siempre a la máxima capacidad.
Mientras que Emirates 'extiende la vida' del Superjumbo hasta el 2036, también se encuentra en la búsqueda de un sustituto que llene el vacío de aeronaves de gran tamaño en su flota cuando comiencen a deshacerse de los A380. En principio se espera que el Boeing 777X forme parte importante de la estructura de Emirates, no solo ocupando en lugar de los 777 que actualmente posee la compañía, sino también ubicándose a la cabeza en el apartado de los aviones jumbo debido a su modernidad y mayor desempeño.
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A pesar de que actualmente Emirates mantiene 115 pedidos del 777X, lo cual le confiere el título no oficial de principal benefactor del retrasado proyecto, un porcentaje considerable de esta orden podría cambiar para dar paso a aeronaves "más accesibles". Durante un encuentro con periodistas en el Arabian Travel Market, el presidente de la compañía, Ahmed bin Saeed Al Maktoum aseguró que se encuentran "reevaluando sus planes en términos de los requisitos de la flota", haciendo referencia a un posible cambio del 40% del pedido por aviones 787 Dreamliner.
La anunciada salida del A380 no es, ni será un hecho aislado, dando mucho de que hablar, discutir y analizar sobre el futuro de la industria, donde los aviones de gran envergadura se mantendrán al margen hasta que a través de los procesos de vacunación se normalice la demanda de viajes y permitan al sector, y a toda la economía mundial, recuperase de esta dura crisis por la pandemia.
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